El emprendedor uruguayo que triunfa en la industria musical colombiana

El emprendedor uruguayo que triunfa en la industria musical colombiana

La industria musical en Colombia debe conocerse bien para que pueda ser más grande, afirma Marcelo Mazzini, experto en mercadeo musical y ha trabajado en el país desde hace más de 15 años. Es el creador del diplomado “Music Business” en la Universidad del Bosque.

Después de conocer a Juanes hace más de 15 años  en  el evento Paz sin Fronteras, Marcelo Mazzini se enteró del talento que existe en Colombia para hacer música. Sus primeros pasos aquí fueron con la agrupación musical San Alejo, con quienes en 2005 empezó un trabajo y logró la internacionalización de la banda, dos Discos de Oro y tres premios Shock en cinco años.

Las oportunidades de negocio que este uruguayo, con estudios en Comercio e integración y especializado en Mercadeo musical, identificó en Colombia a principios de 2000  fue en el BTL ya que Colombia no tenía esa producción. Él ya lo había hecho en Venezuela donde vivió más de una década en empresas como Polar, Coca-Cola, Disney, Fox Channel, HBO Group entre otros.

Esos servicios los prestaba en Bogotá desde una oficina pequeña a la cual venía una vez por mes, hasta que descubrió el gran mercado que le ofrecía este país  y creó su propia empresa llamada Marmaz enfocada en servicios artísticos para promover y representar artistas a nivel nacional e internacional.

¿Por qué Colombia?

“Primero, los artistas colombianos tienen el talento, la perseverancia, la dedicación y lo más importante el don de gente”, afirma Mazzini que ha trabajado en Colombia quince años, con artistas como Sebastián Yepes, Marre, Lafaurie, Dr. Velásquez y Raquel.

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Marcelo, miembro activo de “The Recording Academy GRAMMY” vio  que en este país lleno de mucho talento como él lo llama no hay una educación respecto a la industria musical, por  esto decide hace un año lanzar al mercado un  diplomado accesible tanto para las personas que ya hacen parte de este sector como quienes están empezando a construir su carrera.

“Cada semana conozco historias de personas que son estafados porque no conocen esta industria y llegan a mi oficina pidiendo ayuda. Por eso hay que educar más en este sentido”, afirma Mazzini, que funge como director del diplomado “Music Business” que ofrece en la Universidad el Bosque en Bogotá y el CES en Medellín. Según él, estos programas tienen un plus y es que cada uno de los profesores que dictan las clases hablan a través de la experiencia.

Son doce personas que manejan gran parte de la industria musical de Colombia  y están encargados de enseñar en este diplomado cómo funciona en Colombia  y el mundo este sector. Entre los profesores se encuentran los gerentes de Sony y Warner Chappel, el abogado de Sebastián Yatra y Silvestre Dangond, el manager de Piso 21, entre otros. Quienes, según la oferta de valor que hace Mazzini, enseñan desde la experiencia que han vivido con los artistas colombianos.

Marcelo enfatiza en que hay que conocer cómo se maneja la música para poder entran a hacer parte de este mundo. “Antes era Miami  el foco para buscar artistas musicales y hoy es Colombia, todo el mundo quiere venirse para acá a ver qué pasa con el talento”.

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La necesidad de cambiar el mercado musical

Este experto en mercadeo musical de 49 años ha tenido que vivir la mutación que han tenido las formas en que se escucha y vende la música porque escuchó en vinilo, caset y ahora streaming. Piensa que es rápida y hermosa la manera en que evoluciona la música, por eso hay que conocer cómo en realidad funciona.

Lo primero que recomienda para mejorar el mercado musical en Colombia es que tanto las personas como los artistas entiendan que la música no tiene nada diferente a otro negocio. “El músico se vive quejando, le gusta ponerse en el rol de víctima. No, debe salir a buscar sus clientes o su público. La música es su materia prima, hay que dejar de preocuparse solo por los views y likes y más bien potencializar la idea de llenar un estadio. Cuando escriben o cantan las canción deben soñarse escuchar al público cantarla no solo conformarse con likes”, afirma asegurando además que son muy pocos los artistas colombianos que cumplen el aforo.

Si bien los artistas deben luchar por conseguir lo anterior y ver este negocio de manera más seria o entenderlo como una profesión, Marcelo analiza que el problema que hay en nuestro país no es muy común en los otros, porque en Colombia no hay cultura para comprar boletería. Esto se da porque hace unos 9 años los conciertos que daban las emisoras eran gratis y tenían los mejores artistas del momento, acostumbrando así a las personas a no pagar por shows musicales.

“Hay que crear estrategias de mercadeo para que las nuevas generaciones entiendan que el arte cuesta y hay que pagar algo para disfrutarlo”, afirma este manager que asegura que lo artistas  pueden empezar desde sus plataformas y marcas a compartirlo o enseñarlo.

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